Ganadores


“La verdad de las cosas es que yo no soy una jugadora muy planificada. Simplemente cuando a mí me entra como la tincada, o no sé, algo así, de repente juego, no sé, por decir a lo loco”, comienza diciendo Claudia Iturra, quien continúa contando su experiencia jugando “Ganar o Servir”, de Lotería “lo que pasa es que sigo unos números que me dejó mi papá cuando jugábamos juntos, él falleció. Entonces yo juego esos mismos números”. La vida ha transcurrido rápido para Claudia porque ahora ya tiene dos nietos “y siempre juego las fechas de nacimiento de ellos, de mi nieta mayor y de mi nieto. Y ese día yo estaba viendo el programa y dije ‘voy a escanear después el código’. No tenía plata, ni siquiera dos lucas para comprar los números y le dije a mi marido ‘transfiéreme dos mil’, porque valía mil pesos el juego. Puse dos mil pesos y puse las fechas de nacimiento de mi nieto y de mi nieta. Y después yo me olvidé del tema. Se me olvidó hasta qué día era la final, ¿me entiendes? No fue una cosa que yo estaba así como súper pendiente, no. Y ese día vi la final de la mitad adelante del programa y mostraron el número y yo no asocié nada, nada. Le juro por Dios que no. Me acosté y al otro día veo que me había llegado un correo de Lotería. Y yo reviso y dice que tengo un premio por cobrar. Qué bueno, un premio chico por cobrar”, pensé.
Claudia recuerda que estaba pasando por una situación económica complicada: “Yo tengo un emprendimiento de vender cosas de autocuidado y me había pasado un tema de enfermedad, tuve que ocupar los dineros y ahí estaba estancada. Es la verdad, estaba muy complicada y ya no podía avanzar. Entonces le pedí a todos, a todo el universo, a mi papá que me diera una mano. Y gracias a Dios me aceptó”.
Así recuerda Claudia el momento en que cambió su vida, “me llegó el correo, me metí a la Lotería y juro que vi el número y era un solo ganador. Oh, qué triste, pensé, un solo ganador de ese premio, pero era yo! Y lloraba, lloraba y no atinaba nada, no atinaba a revisar, no atinaba nada. Después yo decía, tranquila, tiene que ser un error. Y voy a revisar lo que yo había comprado y era la fecha de nacimiento de mi nieto. No pude dormir en toda la noche, después el otro día andaba casi enferma del estómago, de los puros nervios, no le quería contar a nadie”. Claudia era la ganadora de $20 millones en el "Ganar o Servir", de Lotería.
Dice que pasó como una semana y recién le vino a contar a su hija mayor: “Le dije, ¿sabes qué?, tengo algo que contarte, ya no puedo más, me estoy enfermando. Y ella me decía, ¿qué te pasó? Me dijo, veámoslo, lo revisó y me dijo, es verdad, mami, ¡es verdad! Y yo en todo este proceso pude llorar, pero llorar de felicidad, de alegría. Porque fue maravilloso. O sea, en el momento que esto pasó, yo dije así como que hubiera bajado algo del cielo y me tocó nacer, fue algo maravilloso. Qué bonito. Y que me ayudó muchísimo”.
¿Algún sueño que cumplir?: “Al momento de ganar se me habían cerrado muchas puertas, no tenía cómo salir adelante. Y ahí estaba, porque no podía ir a trabajar. Siempre trabajo para la fecha de Navidad y fue una gran ventana que se me abrió. Y me alivianó de muchas cosas que tenía ahí pendientes y temas de salud también. Un premio maravilloso. Yo pago arriendo, ¿me entiende? El año pasado estuvo mal el negocio, de repente me veía muy apurada. Y me puse al día. Ahora estoy en el proceso de cuidar las lucas, para ver el tema de la casa, postular a una casa. Para mí este premio de Lotería es maravilloso”.