María, como pide identificarse a la hora de relatar su experiencia, tiene 75 años y juega Kino desde hace un largo tiempo. Sobre su historia afirma que: “cada vez que jugaba, yo decía, ojalá que algún día me saque un premio chiquitito, chiquitito más que sea”. Y sus deseos fueron cumplidos, porque María es la reciente ganadora de Kino Chao Jefe $2 millones 50 años, heredable.

María cuenta que sus primeras emociones fueron un tanto contenidas, porque le costó convencerse de que era la ganadora. “Yo empecé a revisar mi Kino en el computador y salían hartos signos verdes, como ticket, entonces dije: se echó a perder”, comienza contando. Entonces apagó su equipo y dejó de revisar, hasta que, pasados unos dos días, le dijo a su nieta: “por favor, revísame este cartón e Kino. Entonces ella empieza a buscar y me grita emocionada: ¡abuela, tienes premio…! Y todavía no lo puedo creer. Fue tremendo”, dice María quien, en ese momento, decidió compartir la feliz noticia, solo con sus nietos. “Y lo guardamos como un secreto. Y cuando hicimos todos los trámites de confirmación, ahí recién reuní a mis hijas y les contamos, pero el secreto ha seguido entre los cinco”. Sobre la importancia que ha tenido el premio de Kino en su vida nos cuenta que “para empezar, pude operarme y estoy pagando esa operación, imagínese”

Pero María, a sus 75 años tenía un sueño principal que ahora podría concretar gracias a Chao Jefe de Kino. “Mi sueño era tener nuevamente mi casa”, confiesa todavía con emoción en sus palabras, para agregar que “yo tuve casa y negocio y la perdí por una estafa. Un contador y un abogado me fueron hundiendo, hundiendo y perdí la casa. Después con la ayuda de la familia me pude comprar un departamento, pero vivíamos todos ahí. Fue un período muy triste cuando perdí mi casa, porque todos nos tuvimos que ir de un lado para otro, incluso llegué a dormir en un local en medio de unas cajas. Por lo que tenía ese sueño de tener otra vez mi casa. Y ahora ya estoy a punto de tenerla de nuevo, gracias a Kino”.

Todavía con la emoción y orgullo a flor de piel, María profundiza en el significado de este premio de Kino en su vida: “Es algo inexplicable, cuesta creerlo, a lo mejor alguien me ayudó, a lo mejor fue mi marido que está en el cielo, o mi papá o mi mamá, una ayuda de los que ya partieron, yo tengo setenta y cinco años, imagínese. A mi edad, recibir esto… fue grandioso”

Mamá de 2 hijas y abuela de 5 nietos, María está feliz y tranquila con su premio y su vida. “Acá soy la mamá y el papá de los cinco. Yo les cocino, los mandoneo, todo. Ellos tenían como 15 o 16 años cuando yo quedé sola, entonces toda la vida hemos estado juntos”