Alejandro Pino es empeñoso, le hace honor al apellido. Ingeniero mecánico de ejecución, sabe de números y también de tincadas. Por eso no se equivocó cuando, como lo hace habitualmente, fue en busca de sus cartones de Kino. Una herencia de su abuelo. “A él le gustaba mucho jugar Kino”.

Alejandro juega al azar, sin cábalas, "pero con harta fe". Como la que tuvo hace poco... y resultó ganador del Chao Jefe de por Vida de Kino, con 500 mil pesos mensuales para siempre.

"No lo había revisado y de pronto me doy cuenta que en un bolso deportivo estaba el cartón. Lo reviso en internet y sale eso de que es el ganador. No lo podía creer, estaba solo, estaba feliz", señala Alejandro, quien luego compartió su alegría con su pareja, (enfermera en Rancagua) y con sus tres hijas.

Al vivir esta experiencia, se acordó de inmediato de su abuelo José, quien hace muchos años ganó el Kino. "No me acuerdo cuántos millones, pero como él era muy vividor, ligerito se le terminó la plata. Y él me pedía a mí que le revisara los cartones, de ahí que quedé con el bichito", relata Alejandro.

Actualmente, es consultor de empresas en cuanto a compras del Estado y tiene un emprendimiento en ese rubro. "Todo ha sido mágico desde que me gané este premio. A los pocos días de saber que era ganador, me gané un súper contrato con una gran empresa extranjera. No lo podía creer, se me estaba dando todo, parecía sueño", dice aún emocionado por lo que le ha sucedido.

Fanático del deporte, participa en corridas de 10 y 21 kilómetros. Creyente, orgulloso de sus antepasados y la formación que le dejaron. Sobre el Chao Jefe agrega que "es una confianza para seguir haciendo lo que hago en familia y profesionalmente. Es un verdadero voto de confianza para mi vida".