“El que la sigue, la consigue”, pareciera ser lema de vida de Ernesto Astorga, quien juega Kino con Chao Jefe desde el día que comenzó. Y lo hace miércoles, viernes y domingo, en todos los sorteos. Entonces cómo no iba a estar feliz cuando confirmó que, su perseverancia, le daba resultados al ser ganador de Kino Chao Jefe con 1 millón de pesos mensuales por 50 Años, heredable.

Cuando fue a revisar el cartón al local donde lo había comprado, en la zona norte de la capital, la encargada le dijo: "No le puedo pagar esto ahora". Y Ernesto Astorga se extrañó porque lo que él veía de reojo en la pantalla era una pequeña cantidad: "5", y pensó que eran 5 mil pesos. Pero miró bien y se percató que en realidad decía "50 Años". Ya en su casa le contó a su señora (María), quien al principio pensó que se trataba de una broma de su esposo.

"Estamos felices", dice ahora Ernesto, agregando que este premio tan especial de Kino llega en el momento más oportuno, justo cuando como familia estaban planificando la compra de una parcela, un terreno, “para vivir todos más aclanados”.


Sobre Chao Jefe señala: "me dicen que me saqué este gran premio porque soy una buena persona". Y lo comenta en voz baja, hasta con pudor. "Lo que pasa es que siempre ayudo a todos. Por eso me dicen 'el Señor te dio un premio', y agrega que “nosotros como familia vivimos bien, con esfuerzo y trabajo, pero igual queríamos comprarnos una parcela. Y ahora, gracias a Kino, lo haremos para estar más cerca de nuestros hijos, quienes viven en la zona donde nos vamos a ir", indica.


Ernesto es profesor de educación física, trabajo que ejerció durante años, pero su espíritu emprendedor y para reforzar los ingresos que le permitieran la estabilidad familiar, lo llevó a asociarse con su hijo y otra persona para administrar y coordinar pedagógicamente un colegio, donde el 95 por ciento de los alumnos son niños y jóvenes vulnerables. "Ahí tratamos de ayudar a todos", apunta Ernesto.


En la actualidad dice que ya ve los frutos de sus esfuerzos, energía y dedicación, con sus dos hijos profesionales (Nathalie ingeniera y Christian odontólogo) “y dos nietos regalones”.


Una familia que, relata, ha construido sobre la base de una bonita historia de amor, que ya cumple 38 años, y que comenzó cuando Ernesto era profesor de María (ella estaba en cuarto medio y la diferencia de edad era de cinco años). "Ha sido una linda historia y hemos criado a nuestros hijos con una buena formación. Y con mucho esfuerzo y trabajo", expresa con orgullo.

Como todos, desea que pronto pase todo este tiempo tan difícil de la pandemia y les permita a ellos desarrollar su vida acostumbrada. "Nos gusta mucho salir a bailar y también viajar", concluye Ernesto, quien podrá disfrutar de su vida familiar con más dedicación y cercanía gracias al premio de Chao Jefe con 1 millón mensual por 50 Años, heredable.