Concurso

500 mil pesos mensuales para siempre
Andrés Fuentes cuenta que quedó paralizado cuando revisó el cartón que había comprado en un supermercado y vio que era, ni más ni menos, que el ganador de Chao Jefe de Por Vida, con 500 mil pesos mensuales para siempre.
Ese momento inolvidable de felicidad lo vivió Andrés en Temuco y en plena pandemia, con cuarentena y estando con la angustia de la cesantía. El impacto tenía dos sabores: por un lado, la dulce alegría de ganar el Kino y por otro se le venían de golpe todas las angustias que había pasado. Lo primero que hizo fue avisarle de toda esta conmoción a la única persona con la cual “había establecido un pacto secreto” y que para Andrés era muy importante: "mamá, si alguno de nosotros se gana el Kino, el ganador le compra una casa y un auto al otro". Ese fue el acuerdo, y aunque no comprarán ni casa ni auto, de todas maneras, el premio del Chao Jefe de Por Vida será mitad y mitad.
"Eso sí", aclara Andrés, "por ahora el premio me servirá más a mí para ponerme de pie nuevamente, para salir adelante, lo más probable con un emprendimiento. Y también iremos dejando una partecita para casos de emergencia, porque uno nunca sabe".
Andrés trabajaba de vendedor en una tienda de calzado y vestuario, pero unos 15 días antes de sacarse el premio lo despidieron por todo lo que estaba pasando, ya no había ventas “y no se veía la luz al otro lado del túnel”. No había otro motivo. Y vinieron las cuarentenas y Andrés empezó a jugar Kino más seguido y multiplicando su esperanza. "Varias veces me gané seiscientos pesos, pero yo seguía jugando para un premio más grande", señala. “Tenía fe que un día sería ganador de Kino”.
Andrés vive con su madre debido a toda la situación económica y tiene una hija de 16 años, Sofía, quien vive con la mamá. Integrante de una familia de tres hermanos (una dueña de casa y una administrativa de una plantación de frutas), Andrés tiene dos sobrinos y en el breve plazo proyecta formar una nueva familia. "Eso está ahí, en el casi, depende de Dios", dice sin poder entregar más detalles “por ahora”, afirma.
Hoy la vida le sonríe a Andrés, con un futuro promisorio. Sin embargo, no deja de acordarse que hubo un tiempo en que lo perdió todo. "Tuve un papá que estaba sumido en el alcohol y las drogas y era muy violento con mi mamá. Yo nací viendo escenas muy fuertes de violencia. Cuando tenía cuatro años hubo un juicio para ver con quién me quedaba, y él no llegó a la audiencia”, dice con emoción y agrega que “mi padre falleció años más tarde, el 2009". Cuando llegó la adolescencia, desde los 15 a los 32 años, Andrés también vio complicarse su vida: "Yo también caí en el trago, dormía en el suelo o donde me encontrara. Perdí familia, amigos, viví cosas muy fuertes", comenta, todavía con cierta emoción en sus palabras.
Pero a los 32 años, todo cambió. "A esa edad pedí ayuda. Me acuerdo muy bien, el 20 de septiembre del 2012, llegué hasta Alcohólicos Anónimos, ahí cambió todo, me ayudaron y pude salir adelante. Por eso es por lo que ahora me gustaría poder ofrecer mi ayuda, orientación, a quien me la pida. La idea sería más adelante tener un lugar para poder apoyar a tanta gente que lo necesita. Ahora con este premio de Kino podremos hacer algo", concluye el feliz ganador de Chao Jefe.