Concurso

500 mil pesos mensuales para siempre

Juan Ramírez es de Arica (“y del Valle de Azapa”, se apura en destacar) y a sus 61 años se considera una persona agradecida con la vida, a pesar de todos los obstáculos y sacrificios. Siempre supo que por alguna parte saldría adelante.
Como hace algunas semanas, cuando el 16 de marzo pasado empezaban las consecuencias sanitarias y sociales del Coronavirus en nuestro país, que se agregaban a las del estallido social. No aguantó más y ese día al finalizar su trabajo de colectivero dijo: "No más, no trabajo más, esto no puede ser, no saco nada con salir a la calle si no voy a sacar nada".
Pero no dejó de hacer algo que venía haciendo por muchos años: jugar Kino. Fue así como el domingo 22 de marzo fue a la agencia del centro y jugó dos cartones con su cábala: que tuvieran el 8 y el 25, sus números de la suerte. A los dos días revisó sus juegos y tuvo que llamar a su hijo Felipe (18 años) para que le dijera: "Papá, te lo ganaste, te ganaste el Chao Jefe de Por Vida...".
Al día siguiente fue a la agencia a confirmar su premio y allí le informaron que todo su trámite y certificación de ganador sería vía online, considerando la contingencia sanitaria, para que no tuviera que salir de su hogar. "Estaba feliz y más todavía que todo se hizo por internet. Excelente, una gran iniciativa de Lotería, porque es todo más fácil para uno, como están las cosas. Imagínese un premio tan importante y todo fue muy fácil", sostiene.
Juan Ramírez es casado con Edith y tienen 4 hijos (Joyce, Juan Gabriel, Felipe y Sebastián, los dos primeros ya profesionales) y 4 nietos (Gabriel de 7, Francisca de 2, Laura de 2 y Belén de un mes). "Este premio es para toda la familia, hay hartas cuentas que pagar, la educación de mis dos hijos chicos. Felipe sale este año y luego Sebastián, de 16 años. Es un premio caído del cielo", agrega.
Juan es antofagastino, pero ahora ya se quedó a vivir en el Valle de Azapa en Arica. Allí hace tres años que maneja un colectivo, pero antes trabajó en María Elena y en Calama, conduciendo una van en faenas mineras en Sierra Gorda, donde estuvo unos siete años. "Fue un buen trabajo, pero con hartos sacrificios también. Fue un tiempo en que no conocía la Pascua y el Año Nuevo con la familia", confiesa. A ese trabajo llegó luego de haber estado por 26 años en Carabineros de Chile, donde llegó a ser sargento primero, después de haber estudiado administración de empresas.
Es un agradecido de las experiencias y oportunidades que ha tenido. Cuenta que ese día 16 de marzo, cuando decidió dejar de trabajar le ocurrió una anécdota: "Una pasajera estornudó y otra persona se molestó y me increpó, diciéndome 'usted tendría que haberla bajado del auto'. Fue ahí cuando dije: esta cuestión viene muy mal... Y más tarde supe que un amigo taxista se había ganado apenas tres mil pesos en todo el día. No seguiré más".
Ahora está feliz y tranquilo con su premio del Chao Jefe de Por Vida, aunque ya dejó de jugar fútbol sigue siendo un entusiasta hincha colocolino y continuará con su pasión de coleccionar y grabar música de los años 70 y 80, con cassettes, discos y cds; recordará su infancia feliz junto a sus seis hermanos (seis mujeres y un hermano) que lo tenían "cortito"; y disfrutará con sus mascotas, los pastores alemanes "Nerón", "Odi" y "Mini".